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....Cabalgué a lomos del Dragón. Y él volvió hacia mí sus enormes ojos color violeta. Y me sonrió.




martes, 11 de agosto de 2015

De OVNIs y Extraterrestres

Desde niño me he sentido atraído por el fenómeno OVNI. He leído a Jacques Berguier y Louis Powels, a Marcel Aimeé, a Antonio Ribera, a Juan José Benítez y últimamente , a Iker Jiménez. Reconozco que muchos de los testimonios recogidos por estos autores puede que sean más que afán de protagonismo, ilusiones ópticas, alucinaciones colectivas, etc. 
Pero el fenómeno OVNI existe, independiente de todo eso. Bastaría uno, repito, uno solo de esos testimonios, imposible de encasillar en los apartados anteriores, para poner de relieve el fenómeno. Y testimonios así existen. Se podrían citar muchos, pero me basta, por ejemplo, con el caso de Manises del año 1979. No voy a exponerlo aquí, está sobradamente documentado. http://es.wikipedia.org/wiki/Incidente_ovni_de_Manises 
 ¿Estamos, pues, solos en el Universo? A ninguna mente racional le repugna la idea de que existan otros planetas habitados, por civilizaciones que podrían incluso estar tecnológicamente más avanzadas que la nuestra. Pero entonces, ¿Dónde están? ¿Son esos supuestos OVNIS? No me cuadra. 
Durante muchos años, los sucesivos proyectos SETI tuvieron por motivo el escuchar en el espectro de radiofrecuencia el universo, en busca de señales procedentes de supuestas inteligencias extraterrestres. La idea se basa en que emisiones radioeléctricas como las que se emiten hoy en nuestro planeta (Procedentes de programas radiofónicos o de televisión) tendrían la potencia suficiente para ser escuchadas, con el receptor adecuado, a una distancia considerable, de bastantes años luz. Si alguna inteligencia extraterrestre en el entrono cercano de nuestra galaxia emitiese señales como esas, podrían ser recibidas por nosotros. Durante esos años, el proyecto SETI escudriñó el firmamento, sin ningún resultado concluyente. Quizá cabe señalar un incidente curioso, la señal WOW recibida en 1977 pero este fenómeno no se volvió a repetir.
 En el año 1974 , desde Arecibo se emitió un mensaje binario de gran potencia hacia el cúmulo estelar M13. Estaba redactado de manera que una inteligencia extraterrestre, que sea capaz de demodular la señal, será también capaz de interpretar el contenido del mensaje. Era una breve descripción de nuestro sistema solar, de la composición de la vida y del tamaño del ser humano en comparación con la escala molecular y cósmica. Tardará 25.000 años en llegar. Si es escuchado por alguien y responde, escucharemos la respuesta dentro de 50.000 años. http://es.wikipedia.org/wiki/Mensaje_de_Arecibo 

 Decimos que dos sucesos tienen relación causal cuando uno puede ser la causa del otro. Por ejemplo, tengo una célula fotoeléctrica en el foco de una parábola, y un timbre conectad a ella. Si a una determinada distancia ocurre un fogonazo, y la parábola está orientada hacia allí, sonará el timbre. Podemos decir que el fogonazo y el sonido del timbre son dos sucesos con relación causal. En principio, cualesquiera dos sucesos dentro del cosmos pueden tener una relación causal. El hecho de adquirir conocimiento de un suceso, y el propio suceso están conectados causalmente, pues el conocimiento de algo es el efecto de la existencia de ese algo. Pero no cabe duda de que la distancia entre los dos sucesos impone una severa restricción a la causalidad, pues el tiempo que tardamos en adquirir conocimiento de algo está determinado por el tiempo que la luz tarda en recorrer esa distancia. Alfa del Centauro es la estrella más cercana a nosotros, quitando el Sol. Está a tan sólo 2.5 años luz. Si hubiera alguien allí para contestar un mensaje nuestro, podría contestar en otros 2,5 años, y en menos de una década podríamos iniciar una lentísima línea de diálogo. Pero no parece haber nadie en Alfa Centauro. El resto de las estrellas están sucesivamente más y más lejos. La galaxia tiene un diámetro del orden de 100.000 años luz. Sólo podemos establecer una relación causal aceptable con un reducido número de planetas o estrellas cercanas a la nuestra. La causalidad con el resto de la galaxia, a efectos prácticos, es como si no existiese. Y lo mismo podemos decir del resto de las galaxias observables. Quiero decir que sí existe una relación causal. Por ejemplo, si una supernova explota en una galaxia cercana, o medianamente lejana, podemos observarlo con nuestros telescopios; el problema es que esa supernova explotó hace millones de años, docenas o cientos de millones de años. No se puede hablar de una relación causal práctica con un objeto tan lejano. Entonces, ¿Dónde están?

 Miro por la noche al cielo estrellado, y aunque mi sentido común me dice que muchos de esos mundos podrían rebullir de vida, incluso inteligente, sé que han sido escuchados por SETI, y tan sólo hay silencio. El atronador silencio de las esferas me inquieta. ¿Dónde están? Iker Jiménez, en su libro Enigmas sin Resolver expone unos cuantos casos muy interesantes de avistamientos de OVNIS. Después de analizar meticulosamente todos estos encuentros, avistamientos y experiencias, llega a una serie de conclusiones. La primera es definitiva: A fecha de hoy, no tenemos constancia de que nos haya visitado ningún ser extraterrestre. 
Carl Sagan, que también le prestó atención al fenómeno OVNI, llegó exactamente a la misma conclusión. El fenómeno OVNI existe, es innegable, pero, ¿Cuál es su causa, su esencia? 
 Me inclino a pensar en un origen antrópico del fenómeno OVNI. Esto es, la presencia del ser humano observador es un fenómeno incluido dentro del mismo fenómeno de la observación 
Me explicaré. Estoy de acuerdo, con el autor Herikberto Q., que una forma de vida extraterrestre, alienígena, no tiene porqué guardar parecido con el ser humano. Es cierto que la evolución va a llegar a soluciones similares ante problemas similares cuando la finalidad que se persigue es la misma, que es la supervivencia del organismo. Y en un entorno similar, la evolución va a producir un resultado similar.
 Ahora bien de ahí a suponer que los extraterrestres van a tener nuestro mismo aspecto, nuestra misma disposición de miembros, nuestra misma fisonomía, es demasiado. Seres extraterrestres inteligentes que evolucionaran en otros planetas podrían tener un aspecto muy, muy distinto al nuestro. Podrían no tener cuatro extremidades. Podrían no tener dos ojos. Podrían no tener la cabeza al extremo de una columna vertebral. Podrían no ser bípedos. Sin embargo, en muchas experiencias de encuentros cercanos, los testigos reportan observaciones de seres que recuerdan muchísimo a la fisionomía antropomorfa. Se habla de seres altos, con ojos que miran de manera penetrante, con ojos grandes, con vestimentas como de plata, que observan todo a su alrededor con una especia de extraña indiferencia o ausencia; seres que parecen flotar en el aire, dentro de una especia de burbuja o bola luminosa, pero siempre de seres con aspecto antropomorfo. Nunca ha informado nadie de un avistamiento donde se observen seres con seis extremidades, o con cuatro brazos, o con seis ojos, o con el aspecto de un cangrejo. ¿Porqué? Esto sí que es demasiado raro. Siempre aspecto antropomorfo. ¿Son todos los avistamientos fruto de la imaginación? ¿Es incapaz el ser humano de imaginar algo que sea sustancialmente distinto de él mismo? 

No sé cual será el destino del planeta Tierra. No sé que es lo que pasará con el ser humano en el futuro. Intentar avanzar cuál va a ser el producto de la evolución sobre el ser humano es absurdo. El resultado de la evolución es caótico. Son demasiadas las variables que intervienen como para poder determinar hacia dónde va a evolucionar un determinado organismo. Pero aún hay más. El ser humano es el único capaz de establecer una evolución dirigida. Ha tomado las riendas de su propia evolución. 
Hace un par de años escuchaba por la radio que por primera vez, unos médicos de una clínica estadounidense habían analizado la composición genética de unos cuantos embriones humanos, sin destruirlos, para implantar en el útero de su madre el más adecuado, en función de que no tuviera una concreta enfermedad genética, la cual por herencia parecía condenado a padecer. Dieron la noticia como si cualquier cosa, como si hubiese sido un avance más en la medicina. Pero yo me quedé estupefacto. Esa noticia, esa fecha debería haber figurado en los anales de la historia de la humanidad. Era la primera vez, en la historia de este planeta que un organismo decidía de una manera consciente su evolución. Evolución dirigida. Evolución orientada por al propia especie que la experimenta. Evolución que no está dirigida por las variaciones de un entorno, que cambia de manera aleatoria, sino que conscientemente el propio organismo dirige los hilos de su propia evolución. 
Este fenómeno es imparable. El ser humano dirigirá su propia evolución, y en el futuro, dentro de miles de años, el ser humano adquirirá la forma que él mismo haya decidido. Poco a poco, seleccionándose sus genes e incluso posiblemente modificándolos. O incluso creándolos. Las posibilidades son infinitas ¿Hacia dónde nos llevará todo esto? Dentro de millones de años, está claro que no existirá sobre la superficie de este planeta un ser humano tal y como ahora lo conocemos. Pero estoy convencido de que sobre la superficie del planeta habrá cosas que se mueven. Y que tuvieron como origen al ser humano. No podemos imaginar cómo serán estos seres. 
Sin embargo, se me ocurre una cuestión profunda: Hoy por hoy, y a la luz de la física tradicional el viaje en el tiempo es imposible. Lo último que he leído al respecto, es que la única posibilidad teórica de un viaje en el tiempo al pasado implicaría tan enormes cantidades de energía, que sería completamente inviable, incluso a escala cósmica. Pero esto es a la actual luz de la física. Dentro de millones de años, ¿Cuáles serán las fronteras de los seres que vivan en este planeta? ¿Podrán realizar algún tipo de viaje en el tiempo? ¿En qué medida? ¿En que sentido? ¿Podrá un organismo así tal cual viajar al pasado, o sólo será posible con unas determinadas limitaciones? ¿Se podrá enviar al pasado la materia completa, o quizá sólo una sombra de la materia? Algo apenas intangible, algo luminoso…¿Cómo sería esa máquina del tiempo? ¿Qué artificio, qué artilugio puede ser capaz de superar esa barrera? ¿Con qué energías contará? Y esos viajeros el en tiempo ¿Qué aspecto tendrían, a ojos de un ser humano de nuestra época? ¿Estaría su aspecto distorsionado, por las propias limitaciones del fenómeno de transporte en el tiempo? ¿Qué relación causal tendrían con nuestro universo? ¿Podrían interactuar con la materia? ¿O lo que percibimos de ellos es tan sólo como una sombra proyectada desde otra dimensión superior? Creo que no se puede descartar un origen antrópico en el fenómeno OVNI. ¿No estamos quizá viendo el resultado de un viaje en el tiempo de seres del futuro, cuyo origen fueron los seres humanos de hoy? ¿No sería ésta la explicación del aspecto antropomorfo de los seres supuestamente extraterrestres que se ven en los avistamientos y en los encuentros cercanos?

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