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....Cabalgué a lomos del Dragón. Y él volvió hacia mí sus enormes ojos color violeta. Y me sonrió.




viernes, 17 de agosto de 2012

La Cuestión Última (I)


¿Cómo abordar la Cuestión Última? ¿Valdrá la pena el esfuerzo? ¿Hasta qué punto me atreveré?

¿Es la existencia de Dios una mera cuestión de fé, o debe decir algo la razón al respecto? ¿Cuántos sabios  y filósofos se han preguntado esto en el transcurso de la historia?

No creo en el Dios de Abraham, el Dios de  Isaac, el el Dios de Jacob... Ese Dios que en el Antiguo Testamento, se aparece bajo las formas más variopintas. A veces se muestra colérico. Atributos mundanos... “Dios creó al Hombre a su imagen y semejanza...” Un Dios que parece estar ansioso de establecer pactos con un sólo  pueblo de la tierra, dispuesto a ayudar, a potenciar a ese pueblo aún a detrimento de otros pueblos o razas.
No me cuadra ese Dios.
No creo en la existencia de un señor barbudo que está sentado allá arriba entre las bubes, y lo contempla todo de manera complacida, o encolerizada.
No creo que la palabra, que la voluntad de Dios esté escrita de la mano de profetas en antiquísimos escritos.

Y sin embargo... 

De Occam aprendimos que nada debería se complicado más allá de lo necesario; de entre varias hipótesis, la más sencilla es probablemente la cierta. 

De Göddel aprendimos que hay limitaciones al conocimiento. Absoluta, lo que es absolutamente seguros, no podemos estar de nada. Podemos sospechar, intuir, suponer. Pero no conocer.

Si tan inútil es intentar demostrar la existencia de Dios, como su no existencia, ¿tendrán sentido todas estas reflexiones? 

Demasiadas preguntas.  Pero ¿Qué es la Filosofía sino la búsqueda del conocimiento? ¿Existe búsqueda más noble , más elevada, que aquella que nos dirige hacia nuestra Causa Primera?

Leo los últimos escritos de Stephen Hawkins. Admiro enormemente a ese hombre, por sus aportaciones a la ciencia. En sus últimos artículos y libros niega la existencia de Dios.  Vi el otro día un reportaje en televisión acerca de esto. No necesité verlo hasta el final para coger la idea que quiere transmitirnos. El argumento de Hawkins es el siguiente: El hombre ha tenido que inventar a Dios para poder explicar cosas en principio inexplicables. ¿Cómo explicar un trueno o un rayo, o la lluvia, o la existencia del Sol o de la Luna, para un hombre del Paleolítico, o incluso para un hombre de la Edad Media? La figura de Dios suple esa carencia de explicaciones. Pero a medida que la ciencia va explicando todos los fenómenos conocidos, no es necesario recurrir a un Dios. En el límite, cuando todo fenómeno es explicado por leyes físicas, no necesito a Dios. Sobre todo ahora, que se ha demostrado la existencia del bosón de Higgs. O sea, que Dios no existe.

Pero, Que no necesito a Dios para explicar el funcionamiento del Cosmos implica de Dios no existe?
¿Es lo mismo explicar el funcionamiento del Cosmos, que explicar el Cosmos? 

He leído también a Richard Dawkins, al cual también admiro mucho. El Gen Egoísta, El Relojero ciego y otros libros. Según Dawkins, no es preciso recurrir a un “ingeniero sabio” que ha diseñado la exquisita complejidad y belleza de los seres vivos.  Parece partir de la base que el argumento principal para defender la existencia de Dios es que al parecer los seres vivos están diseñados con un diseño en apariencia inteligente, y que por lo tanto, es preciso la intervención de algo que diseñara cada ser vivo según su propósito de supervivencia. Dawkins acaba mostrándonos que no es necesario recurrir a ese “diseñador inteligente”. La Evolución, por sí misma, puede generar la enorme complejidad y belleza que observamos en la naturaleza. Estoy de acuerdo con Dawkins en esto. Pero ¿Implica eso que Dios no existe? 

En mi cabeza sigue dando vueltas las ideas tomistas o escolásticas, que aprendí en Filosofía de BUP.: Toda manifestación está sujeta a cambio. Todo movimiento, cambio o mutación tiene una causa. Nada se mueve por sí mismo. La  causa del movimiento a su vez consiste en algo que se ha movido o cambiado, la cual a su vez tiene otra causa. Pero esta recurrencia no puede extenderse hasta el infinito. Por lo tanto, debe haber una Causa Primera no causada. Un Motor inmóvil, que hace mover a todo, directa o indirectamente, sin moverse él. Simple. Elegante. Nada que objetar.

Pero ¿Qué es inmóvil? Que no se mueve, que no cambia. Todo ser material está potencialmente sujeto a cambio o mutación, así que algo inmóvil tiene que ser necesariamente no-material.

¿Qué es Ser? ¿Qué es existir? ¿Existe únicamente aquello con lo que podemos establecer una relación de causalidad? ¿Aquello que podemos registrar con nuestros sentidos o instrumentos? ¿Tiene sentido decir que existe algo que nunca podremos percibir directamente, ni registrar ni medir? ¿Tiene sentido discutir acerca de lo que hay en el interior de un agujero negro, o de una caja inexpugnable? 

Si algo es la causa de una cosa, ese algo debe estar fuera de la cosa. Un pintor que pinta un cuadro no puede ser  una figura en el lienzo. Tiene que pintar el lienzo desde fuera de él.

Si existe una Causa primigenia del Cosmos, y a esa causa le llamamos Dios, entonces Dios debe estar fuera del Cosmos. Pero, ¿Cómo puede existir relación de causalidad con algo que está fuera del Cosmos? ¿Fue precisamente el instante de la Creación, esa relación de causalidad?¿Tiene sentido decir que algo existe fuera del Cosmos, si el Cosmos se define como todo lo que existe?

No se si vale la pena exponer todas estas ideas. No se si voy a hacer pensar a alguien acerca de esto. No voy a descubrir nada nuevo. Pero, una vez más, creo que tiene que haber algún sentido en el hecho de que todas estas cosas estén dentro de mi cabeza. 
Esta será la primera de una serie de entradas, que deberían ser leídas por orden. No sé cuantas saldrán. No sé porqué lo hago. Sencillamente, creo que debo hacerlo.

miércoles, 7 de marzo de 2012

¿Por qué escribir esto?

A veces me pregunto qué sentido tiene escribir todas estas cosas ¿Lo leerá alguien alguna vez? ¿Es vanidad suponer que a alguien le interesen estas cosas?. Cada se humano tiene una historia detrás. A veces, pienso en mi propia vida, en mis recuerdos, mis vivencias, y me imagino que cada persona que pasa junto a mi tiene las suyas. Cuantas historias, cuantos recuerdos… ¿Cuánto ocuparían juntas las historias de cada uno de los seres humanos que viven en el planeta? Qué biblioteca tan inconmensurable… Cada uno de nosotros somos dueños de nuestros recuerdos. Cada ser humano tendría derecho a escribir su propia biografía, junto con sus impresiones y su modo de ver las cosas; y tendría derecho a que alguien leyese ese texto. A veces pienso en mis ancestros, mis abuelos, o mis bisabuelos, a quienes nunca conocí. ¿Qué pensarían? Cuales serían sus ilusiones, sus anhelos o sus esperanzas? Se vieron alguna vez cumplidos? Nunca lo sabré, pero me hubiera gustado saberlo.Todo esto que escribo quedará, en un sitio u otro. Quizá algún dia mis hijos, o mis nietos o bisnietos lo lean, y recapaciten, o acaso se conmuevan de lo que pensó, sintió o vivió su ancestro. Un fragmento de mí, en ese momento, no se habrá perdido del todo, y habré burlado un poco a la muerte.