El templo de Dendera se encuentra en la proximidad de la ciudad egipcia del mismo nombre. Está dedicado a la diosa Hathor, y la principal estructura que podemos hoy observar fue iniciada por Nectanebo I (siglo IV a. C.) y terminada en época romana. Es un templo muy bien conservado, gracias a que estuvo casi enterrado en arena, hasta que el gran egiptólogo francés Auguste Mariette lo desenterró, o digamos que lo desarenó.
Es muy visitado turísticamente. La sala hipóstila es sobrecogedora, y según veo en wikipedia, tiene un importante número de santuarios.
Una de las criptas, también visitable al turismo, y completamente cubierta de jeroglificos y relieves, contiene hacia su final unas interesantísimas representaciones. Yo los llamaré “los Bulbos”
Después de explorar cientos de imágenes en la web, llego a la conclusión de que hay en total cinco bulbos de éstos:
-Tres de ellos en la cripta. Dos en la misma pared, uno de cara a otro, y el tercero justo en la pared opuesta de la cripta.
-Otros dos más deteriorados, en la planta baja, uno a continuación del otro.
Después de pasar mucho tiempo mirando imágenes, parece que no hay ninguno otro bulbo como éstos en ningún otro templo ni representación gráfica en todo Egipto.
La interpretación oficial, de la egiptología reconocida, de estos bulbos, es que se trata de una representación del nacimiento de Harsomtus, el cual brota en forma de serpiente de una flor de loto.
Harsomtus es una deidad creadora dentro de la mitología egipcia. Viene a signoficar “Horus unificador de las dos tierras”. Es hijo de Hathor y Horus, con los que formaba la tríada de Edfu. Me llama la atención que en muchas culturas, parece que los dioses se “aglutinan” de tres en tres, formando tríadas. Así sucede con deidades celtas y celtíberas, y así sucede en el cristianismo, con la Santísima Trinidad.
En egiptología.com encontramos además la traducción de los textos jerglíficos que acompañan los bajorrelives y que no dejan lugar a dudas con respecto a esta interpretación.
En cuanto a la interpretación extraoficial, o esotérica, mantenida por ciertas colectividades, dice que estos bulbos son en realidad bombillas o lámparas. Tal idea resolvería el problema de la iluminación de las criptas. En efecto, allí abajo no hay ninguna iluminación natural, y se ha planteado con frecuencia el problema de cómo iluminaban los artífices, para poder llevar a cabo los jeroglíficos y bajorrelieves.
Esta hipótesis además pondría de manifiesto la existencia de una desconocida tecnología, a la cual se alude a veces para explicar logros de la cultura egipcia, que en principio serían difíciles de explicar. A mí la que más me llama la atención es la hipotética tecnología predinástica (3.000 años a.c.) que les permitía a los egipcios trabajar ganito y diorita con trépanos que avanzaban 2,5 mm en cada vuelta. Hay al erspecto interesantes trabajos de William M. Flinders Petrie estudiados en el blog La Otra cara del pasado. Sigue sin haber explicación razonable para el asunto de los trépanos, una vez analizadas exaustivamente materiales, resultados, técnicas alternativas, etc. Pero esto no es el objeto de este texto.
En mi opinión, aunque no parece haber explicaciones alternativas a esta “tecnología imposible” en las épocas predinásticas, yo argumento que de haber existido esta tecnología, algún resto, por nimio que fuese, debería habernos llegado. Los metales duros se conservan muy bien en el seco clima de Egipto. Algún pasador, o tornillo de acero o tungsteno, algún resto de mecanismo hidráulico, un trocito de cable yo qué se, algo, podría haber quedado en el fondo de alguna tumba de Osiris, o en la cripta de algún templo. Pero no tenemos nada. Para mí, las famosas Pilas de Bagdag no son prueba suficiente de tecnología.
En cuanto al ausunto de cómo se iluminaban las criptas para poder ejecutar bajorrelieves y jeroglíficos, me parece una incógnita aún no desvelada, pero no un enigma misterioso o inexplicable. Quizá conocían alguna mezcla secreta de grasas, ceras, o naftas, que en sus lámparas, ardía sin humo. Quizá bombeaban aire fresco del exterior, con fuelles y conductos hechos de pergamino o papiro. Quizá después de la ejecución, se seguía un minucioso proceso de limpieza.
DESCRIPCIÓN Y ANÁLISIS DE LOS BULBOS.
Agradezco a Nacho Ares el haber colgado un impresionante vídeo con un paseo por el interior del templo de Dendera, el cual me ha servido para hacerme una idea precisa de la ubicación de los elementos dentro del templo.
He recogido las imágenes de los bulbos de Dendera, seleccionando aquéllas en que se aprecian con mejor detalle. Algunas tienen marca de agua, supongo que por estar protegidas por derechos. Las inserto aquí en la mejor resolución que he podido conseguir.
BULBO 1
Es el que está en la cripta, según se baja a la izquierda, al final de este ramal de la cripta, en la pared izquierda.
BULBOS 2 Y 3
También en la cripta, junto al BULBO 1, pero en la pared opuesta:
BULBO 4
Está en un friso de la planta baja. Parece un poco más deteriorado, quizá por estar más expuesto en esta planta baja. Me llama la atención que las figuras humanas están como “picadas”, como si se hubiese querido borrar los detalles:
BULBO 5
Está justo a continuación del BULBO 4. No he encontrado una imágen que lo contenga por sí sólo, en ésta se aprecia, como digo, a continuación del BULBO 4.
También las figuras humanas parecen picadas, no así el proio bulbo. En estos últimos bulbos, se aprecian restos de policromía. No sé si ésta policromía es coetánea a la ejecución del bajorrelieve, o posterior.
LOS JEROGLÍFICOS DE LOS BULBOS
Me llama la atención que los bulbos 1 a 4 parecen tener su pequeño jeroglífico, como si ahí se especificara alguna característica propia del bulbo:
BULBO 1:
BULBO 2:
BULBO 3:
BULBO 4:
En estos jeroglíficos, se aprecian lógicamente varios elementos comunes. En el BULBO 5 no aprecio este jeroglífico.
Observando las imágenes de los 5 bulbos, es inevitable concluir que hay una serie de elementos comunes a todos ellos, y que llaman poderosamente la atención:
-Siempre hay un ser humano por la parte trasera del bulbo, por detrás de éste, a la altura del cáliz, que parece que lo está sujetando, pero que en realidad no lo sujeta.
-Los lados del bulbo son completamente rectos. El remate parece ser completamente hemiesférico, menos en el BULBO 4, que parece un poco hemielipsoide.
-Todos comienzan en un cáliz, que parece ser de una flor de loto. Todos contienen una serpiente ondulante, que termina con la cabeza hacia arriba.
-Todos están soportados. El bulbo parece ser algo pesado, que necesita sujección. Todos están soportados por el pilar Dyed, menos el 2, que está soportado por una pequeña figura humana sobre un pedestal. Este pilar Dyed a su vez se auxilia de unos brazos, para ayudar a sujetar el bulbo. Los brazos soportan el propio bulbo, o la serpiente de su interior (BULBO 1).
-Pequeñas figuras humanas, en actitud de ofrenda u oración, soportan con su cabeza el bulbo, como si ayudaran al pilar Dyed.
-La inclinación del bulbo, con respecto a la horizontal del suelo, es casi la misma, excepto en el bulbo 1, que parece más horizontal
INTERPRETACIÓN
Vaya por delante que no voy a pretender cotradecir o cuestionar de ningún modo lo que dice la egiptología oficial. Y dice que estos bulbos son una representación del nacimiento de Harsomtus, Horus unificador de las dos tierras.
Y en efecto, el nacimiento de Harsomtus, simbolizado por la serpiente, aparece también en la cripta del templo, a la derecha de los bulbos 2 y 3, a continuación, con sus jeroglíficos asociados:
La serpiente nace en efecto, de un cáliz de una flor de loto, que a su vez descansa en otro tallo de flor de loto (al menos termina en una flor de loto), con forma de –o al menos a mí me lo evoca- barca solar.
Pero la complejidad de detalles que muestran los bulbos, iguales en todos ellos, a mí me sugieren algunas impresiones.
Vaya también por delante, que yo no sé lo que son los bulbos. Sí sé lo que no son: Bombillas.
En una primera interpretación, las serpientes que aparecen dentro de los bulbos son en esencia idénticas a la del nacimiento “estándar” de Harsomtus: onduladas, cabeza girada, en forma de bastón o callado, salen de una flor de loto...
La primera impresión que a mí me produjo la observación de los bulbos se traduce en una idea que se fijó en mi cabeza en los primeros instantes:
El /los artífices que elaboraron estos bajorrelives, están interpretando algo que han visto, pero que no comprenden.
No sé lo que vieron, posiblemente un “algo “ real, o quizá a su vez una representación de “algo”, hoy ya perdida. Esa observación pasa por su propio acervo cultural, y es interpretada de manera que se parece a un nacimiento de Harsomtus.
Les llama la atención las paredes cónicas del bulbo (si el elemento es un sólido de revolución, entonces las paredes son cónicas) y como tal las representan. Les llama la atención el remate hemiesférico del bulbo, y como tal lo representan. Dentro del bulbo hay algo, que pasado por su acervo cultural, se transforma en una serpiente.
Vuelvo a señalar la gran cantidad de detalles completamente coincidentes en las representaciones de todos los bulbos: Un ser humano figura detrás, siempre en el mismo punto. El bulbo necesita soporte, es algo pesado...
Da la impresión que el bulbo es algo que necesariamente ha de ser así, porque ha sido contemplado así, posiblemente, una única vez.
EL PILAR DYED
Y luego, el pilar Dyed. Símbolo de estabilidad. De nuevo la primera vez que visioné los bulbos, una idea se abrió paso en mi cabeza como un rayo:
Eso son aisladores de Alta Tensión. Sin duda.
Luego, ahondando en el tema, aprendo que son pilares Dyed. Y en efecto, en la web tenemos cientos de imágenes de estos pilares Dyed. Curioso, siempre es una pila de cuatro aislantes, digo, de cuatro pequeñas plataformas. Ni cinco ni tres.
Pero la propia wikipedia admite que se desconoce el objeto que realmente representa, pudiendo ser un antiguo fetiche de la época prehistórica, que perduró en la iconografía egipcia, etc.
Llegados a este punto, podríamos considerar que con frecuencia –si no siempre- , un mito tiene su origen en una persona o en un objeto real. Osiris, sin ir más lejos, uno de los pilares del panteón egipcio, tiene su origen en un mítico rey real. Los faraones construían pirámides, y tumbas inexpugnables (o al menos se intentaba que lo fueran) para preservarse para el futuro, porque si Osiris, que fue en origen un ser humano, alcanzó la divinidad (apoteosis), esa divinidad también puede estar a mi alcance, si soy faraón.
Me viene a la cabeza una secuencia de una película de Star Trek, no recuerdo cuál de ellas (de todo hay que echar mano...) Es un planeta con unos aborígenes en un estadío cultural similar al Paleolítico, y aunque se intenta que no vean el Enterprise, por aquello de la contaminación cultural, etc; al final no se consigue, y ven el Enterprise. En la secuencia siguiente, que se supone que ha pasado mucho tiempo, se les vé en un ritual, rindiendo culto a un ídolo que tiene forma de Enterprise...
Y sin ir tan lejos, recuerdo un documental donde se contactaba con unos aborígenes australianos, y resulta que tenían un ídolo en forma de avioneta biplano.
El pilar Dyed me sigue pareciendo un aislador de alta tensión. Está establecido que es símbolo de estabilidad, y que incluso el propio Osiris puede ser representado en forma de pilar Dyed. Pero yo me pregunto una y otra vez cuál pudo ser el origen de este símbolo mitológico.
En definitiva, yo no sé qué son los bulbos. No podemos ver lo que tuvieron delante los artífices de los bajorrelieves. No son bombillas. No se me ocurre que ninguna ingeniería, pasada o futura, para producir luz tenga que hacer un aparato así.
Se me viene a la cabeza esa extraña e hipotética “tecnología predinástica” con la cual se podían ejecutar y mover tremendos bloques de durísima piedra con una precisión milimétrica, amén de otras proezas técnicas, hacia el 3.000 a.c. Tecnología que no ha dejado ninguna huella, salvo la de sus logradas ejecuciones. ¿Son los bulbos unos elementos relacionados con esta tecnología?
Pero la representación de los bulbos en Dendera data del tardío Egipto, estamos ya en plena época ptolemaica, dinastía XXX; ayer, como quien dice. La extraña tecnología predinástica había desaparecido hacía milenios.
Quizá lo que tuvieron delante los artífices de los bajorrelieves, era una representación gráfica, mucho más antigua, también hoy desaparecida, de algo que no llegaban a entender.
Si alguna vez viajo a Egipto, sin duda visitaré el templo de Dendera, y sin duda bajaré a la cripta. Quizá entonces, allí delante de los bajorrelieves, se abran paso en mi cabeza, como rayos, nuevas ideas. O no, yo qué sé.
